Deserciones y comidas
Bueno... Pues comienza una semana más (o queda una semana menos para las vacaciones, que es como me gusta verlo a mí), y el "Proyecto Mecagüen" va viento en popa... casi casi igual que el Titanic... se irá a pique, pero mientras tanto, da gusto verle navegar.
El viernes desertó uno de mis compañeros. Puso una excusa del tipo "es que en el otro sitio me dan más pasta", y nos ha dejado con el muerto a mi otro compañero y a mí. Vamos, que éramos pocos y parió la abuela. Si la cosa con tres tirándo líneas estaba jodida, con dos (y yo de nuevas) la cosa se pone poco menos que de guión de "Misión Imposible 3". Pero bueno... por intentarlo que no quede. El dicho dice que "unos vienen y otros se van", pero me temo que aquí sólo se van. Le hemos dicho al JF que cuando venía el reemplazo, a lo que nos ha contestado que si nuestras sillas eran cómodas. No sé, pero me da en la nariz que va a tardar bastante... si es que llega.
Por lo demás, todo bastante tranquilo. Ya me voy integrando con el ambiente, e incluso ya sé qué platos del rancho pueden medio comerse. Espera... creo que no os he hablado de nuestro "restaurante" (toque irónico a lo de "restaurante").
Pues vamos a ello. Yo de siempre me he quejado de la comida que nos daban en la facultad, pero el tiempo hace buena la frase esa de "más vale malo conocido que peor por conocer". De primeras, no tenemos un lugar para comer dentro del edificio, lo que es más o menos normal en la mayoría de las empresas, que lo suplen a base de tickets restaurante o algo similar. Nosotros no. Compramos unos tickets (que la verdad es que son muy baratos, todo hay que decirlo), con los que podemos ir a comer a un... como describirlo... comedor social. Para que os hagais una idea... ¿habeis visto en las pelis americanas esos comedores donde el día de Acción de Gracias los ricos dan de comer a la gente con menos recursos? Nosotros somos la gente con menos recursos. El comedor es parecido, y creo que la calidad de la comida es mejor en la pelis. El primer día que fui a comer con esta gente, cogí los dos platos tan contento mientras el resto me miraba y se despollaba. Al rato supe por qué. Allí hay que elegir los platos con mucho cuidado, porque los hay que no hay Dios que se los meta entre pecho y espalda. Lo bueno es que voy a mantener la línea (pero que positivo que soy :-P).
Bueno... pues con esto y un bizcocho....
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