Matrimonio para todos
Vamos a hablar un poquito del tema moda: el matrimonio. Supongo que esto levantará ampollas (ya las está levantando), pero me han mandado un post (gracias Vanna) que es de lo mejorcito que he leído últimamente). Lo podeis encontrar en el blog de Psicobyte.
Hay varias cosas en todo este asunto que no consigo entender. Lo primero es la definición de matrimonio como la unión de un hombre y una mujer (definición de la RAE). En fin... para mí es la unión de dos personas, pero no vamos a quedarnos en los nombres. Llámemoslo X y punto. Pero con los mismo derechos. Da igual como se llame.
Luego entramos en el concepto de familia. Dos personas de mismo sexo no pueden formar una familia. ¿Por qué? ¿Se quieren? Pues ya son una familia. ¿A quién le importa? ¿Por qué tanto revuelo?
En el trasfondo de todo esto está el asunto de las adopciones. Que si los niños sufrirían, que si necesitan una figura paterna y materna, que si tal que si cual. De verdad que no lo entiendo. ¿Le quitamos a sus hijos a los divorciados? Pues ahí los niños no tienen una figura partena y materna. De hecho, en la mayoría de las situaciones los hijos los utilizan como un arma para fastidiar al otro, y nadie se preocupa de ellos. No les pongamos como excusa ahora.
Pero para mí lo más indignante de todo es la manifestación en contra del matrimonio homosexual. Sobre todo la participación (y llamamiento a la participación) de la Iglesia en ella. Me parece secilla y llanamente una vergüenza. La Iglesia no debería meterse en esto. No es un asunto espiritual; es un asunto de leyes, y hasta donde yo sé, la Iglesia no puede legislar. Pero aún en el caso de que pudiera, me parece una total hipocresía que participe en esa manifestación. ¿Se manifestó la Iglesia cuando se descubrió la inmensa red de pederastia que tenían montada varios sacerdotes estadounidenses? NO. ¿Se manifestaron por la cantidad de niños que se quedan huerfanos o mueren por causa del SIDA en África? NO. ¿No hay niños implicados en ambas situaciones? ¿No es la excusa que están poniendo ahora? ¿Qué pasa entonces? Se supone que la constitución no discrimina por razones de sexo, religión o pensamiento. Pues es lo que se está haciendo con las uniones homosexuales. Discriminarlos. Viva la sociedad tolerante del siglo XXI.
Os pongo el post de Psicobyte. Leedlo, que de verdad que es la caña.
Matrimonio y católicos
En línea con la actual relevancia social en torno a la modificación de la legislación española sobre los matrimonios, la postura de los católicos en ella, voy a exponer mi posición aquí, que para eso es mi blog:
Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos.
Me parece una injusticia y un error tratar de impedirselo.
El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.
Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de caracter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.
Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.
Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestrucuturadas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familas católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.
Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruín de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.
Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.
Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!".
Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bién es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor problabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.
Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.
En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitirseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción.
Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Home