Por qué nada en la vida puede ser sencillo

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A lo mejor es que nos empeñamos en que todo sea complicado, o nos comemos demasiado el tarro con cosas que realmente no son tan importantes, no lo sé, pero la realidad es que, al menos en mi caso, no consigo que nada sea fácil.

Cierto es que va en mi forma de ser el comerme el tarro con todo. Siempre nos han dicho (al menos en mi casa lo hacían) que hay que pensar las cosas dos veces antes de hacerlas. Mi problema es que lo pienso todo no dos, sino cuatro, ocho o dieciseis veces antes de tomar una decisión, y lo que me suele pasar es que cuando al fin me decido por algo, ya es tarde. Es mi sino. Soy un fan de las listas de pros y contras. El problema es que casi siempre son pares: encuentro tantos pros como contras, y así me va. Eso de tirarme de cabeza no es lo mío, qué le vamos a hacer.

¿Y a qué viene este rollo? Pues a la última comida de tarro que tengo encima. Os pongo en antecedentes, a ver si algún alma caritativa me saca del empate (auque debo decir que esta vez lo tengo "casi" claro). La cosa es que sin comerlo ni beberlo me han metido en un embolado de narices en la facultad. Yo era un pobre estudiante de TFC, con un proyecto sin futuro y más coñazo que ninguna otra cosa, hasta que un buen día me proponen cambiarlo por otro que a priori tenía una pinta estupenda. ¡¡Incluso me pagaban por hacerlo!! Y claro, como a nadie le amarga un dulce, y bastante amargado estaba yo, pues lo cogí. Hasta ahí todo genial. El problema se ha planteado ahora.

Yo, para el que no lo sepa, soy un "puto becario™". Año y medio llevo así. Estaba, más o menos contento en mi área de sistemas, realizando trabajos que para nada se correspondían con mi estatus laboral (me gustaría ver el careto que se le iba a quedar a más de un cliente si supiera que su estupendo servidor de más de un kilo y medio está bajo las zarpas y supervisión de un becario). Como me aburría como una ostra (el trabajo de un becario de sistemas, además de monótono, es un coñazo), solicité el cambio al departamento de desarrollo, con la utópica idea de aprender algo y recuperar aquél sentimiento de autosatisfacción que te entraba cuando conseguías que el programita con el que te habías estado peleando empezaba a escribir cosas en la pantalla. Sí, lo sé, a iluso no me gana nadie, pero es lo que hay. La cosa es que, en la empresa aceptaron. No os penseis que la cosa fue tan fácil. Lo pedí hace más de 4 meses y llevo tan sólo 3 semanas como programador. De hecho, me han hecho programador cuando yo ya no q

Con el nuevo TFC llevo desde finales de octubre. Bueno, eso por poner una fecha, porque la realidad es que con el TFC propiamente dicho llevo desde finales de noviembre. El mes y medio de diferencia me lo he pasado de juerga en el labo de la facultad, porque ni los profesores tenían muy claro qué es lo que tenía que hacer. Total, que después de un mes y medio perdidos, ahora resulta que le han entrado las prisas, y tengo que entregar gran parte del proyecto en Enero. El problema está en que yo curro por la mañanas, y no hago todo lo que debería del proyecto por las tardes (no sólo es culpa mía, ¿eh?). ¿Qué pasa? Pues que no me da tiempo ni en el mejor de los sueños. Y aquí viene la parte más graciosa de todo. Lo normal (y es lo que estoy "casi" decidido a hacer) sería dejar la beca y centrarme en el proyecto, ya que así me daría tiempo a llegar a la entrega (para ser sinceros, debo decir que no estoy sólo en él... estamos todo el labo metidos en el mismo barco), pero eso supondría perder todos mis ingresos.

Y ahí está mi duda. ¿Qué coño hago? ¿Dejo el curro y me centro en el proyecto para poder entregarlo a tiempo? ¿Aguanto en el curro lo que me queda (un mes), y que le den al proyecto (quien no paga no debería poder exigir)?

Se admiten opiniones. Prometo no echar nada en cara luego ;-).